jueves, 5 de septiembre de 2013

Familias como iglesias domésticas, por Josep Roca, S.F.

El objetivo apostólico de José Manyanet y de sus institutos es configurar las familias según el modelo de Nazaret "que el Padre Eterno, por su bondad infinita, se dignó presentar a los hombres como el modelo más perfecto para todos los estados, edades y condiciones".

Esto significa ayudar a las familias a ser verdadera "iglesias domésticas". Los padres de familia, dentro del hogar, son como los sacerdotes y tienen que exhortar a todos los miembros, predicar y dirigir la oración familiar.

"La paternidad —comenta— es como un sacerdocio". El papa Pío IX, al proclamar a san José protector de la Iglesia, lo hacía porque era el custodio y padre de la familia de Nazaret. Juan Pablo II ha reconocido en la Sagrada Familia la originaria "iglesia doméstica".

Si la casa de Nazaret fue la cuna de la Iglesia, cada familia puede llegar a ser un verdadero santuario del amor y de la vida, imitando el ejemplo de Jesús, el hermano primogénito que vivió obediente a sus padres y nos amó "hasta el extremo", de María, la madre de la Iglesia, la nueva familia de los hijos de Dios, y de José, el esposo de María y protector de los dos seres más amados del Padre del cielo.

Fuente: San José Manyanet, profeta de la familia, por Josep Roca, S.F. (2007).

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