"En el nuevo santo, la Sagrada Familia de Nazaret nos ha hecho el regalo de un hombre que ha descubierto en Dios la verdad inalterable y universal, la raíz de todo avance y progreso, la fuente de la verdadera justicia y la esperanza de vida y de salvación.
Un hombre enamorado de la familia. La de Dios aquí en la tierra y la de las familias de todos los hombres. Consagrado a Dios en el sacerdocio ministerial y en la vida religiosa, buscador incansable de la verdad y belleza, hizo de su vida una dedicación absoluta a la educación como medio para llegar a la formación de familias cristianas.
Su pedagogía se fundamentó en la primacía de la fe como luz que desvela el sentido profundo de la realidad. Su metodología partió siempre del ejercicio de la caridad formando el corazón y la inteligencia de los niños y jóvenes.
El Padre Manyanet quiso que, desde los colegios y parroquias, los religiosos y religiosas, hijos e hijas de la Sagrada Familia y los seglares que colaboran con ellos, nacieran nuevas familias al abrigo de una profunda contemplación del misterio de Dios.
En el futuro san José Manyanet brilló siempre la esperanza de una sociedad mejor fundamentada en la unidad y el amor de la familia.
Texto extraído de las palabras de bienvenida del cardenal Ricard Maria Carles a los peregrinos de la canonización de José Manyanet, Roma 2004.
Fuente: José Manyanet Santo. Memoria de la Canonización. Barcelona 2006.
Un hombre enamorado de la familia. La de Dios aquí en la tierra y la de las familias de todos los hombres. Consagrado a Dios en el sacerdocio ministerial y en la vida religiosa, buscador incansable de la verdad y belleza, hizo de su vida una dedicación absoluta a la educación como medio para llegar a la formación de familias cristianas.
Su pedagogía se fundamentó en la primacía de la fe como luz que desvela el sentido profundo de la realidad. Su metodología partió siempre del ejercicio de la caridad formando el corazón y la inteligencia de los niños y jóvenes.
El Padre Manyanet quiso que, desde los colegios y parroquias, los religiosos y religiosas, hijos e hijas de la Sagrada Familia y los seglares que colaboran con ellos, nacieran nuevas familias al abrigo de una profunda contemplación del misterio de Dios.
En el futuro san José Manyanet brilló siempre la esperanza de una sociedad mejor fundamentada en la unidad y el amor de la familia.
Texto extraído de las palabras de bienvenida del cardenal Ricard Maria Carles a los peregrinos de la canonización de José Manyanet, Roma 2004.
Fuente: José Manyanet Santo. Memoria de la Canonización. Barcelona 2006.
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