martes, 3 de septiembre de 2013

Dos pérdidas irreparables, 1855 y 1857, por Sergio Cimignoli, S.F.

El 14 de mayo de 1855, con tan solo 44 años, moría D. Valentín Lledós, su padre adoptivo y protector.

El 10 de noviembre de 1857 murió Buenaventura Vives. La pérdida de la madre, a la que José Manyanet llamaba "buena y santa", fue un desgarro muy doloroso en el ánimo de José. Por poco tiempo, ella que había soñado con verlo sacerdote desde que era pequeño, no pudo verlo.

José Manyanet fue ordenado sacerdote un año y medio después, el 9 de abril de 1859, por Caixal que, considerándolo ya como un hijo, quiso que celebrara su primera misa solemne en la capilla del palacio episcopal.

Fuente: San Josep Manyanet, desde Nazaret un profeta para la familia, por Sergio Cimignoli, S.F.

No hay comentarios:

Publicar un comentario