En el libro de las Meditaciones o Espíritu de la Sagrada Familia que el P. José Manyanet escribió para los religiosos, presenta a la Sagrada Familia, Jesús, María y José, como modelo de la comunidad religiosa. El manuscrito no tiene fecha pero por el contenido del texto y el epistolario podemos afirmar que lo escribió entre 1887 (cita el Decretum Laudis del 30 de abril de 1887) y 1895 (por el fragmento de una carta del mes de febrero de 1896, en la que el P. Manyanet pide a la madre Encarnación Colomina la opinión sobre esta obra).
Motivo de la obra
El P. Manyanet había descrito en las Reglas y Constituciones las exigencias básicas de la vida de los religiosos, pero, siguiendo las normas canónicas de la época, se apoyaban más en lo jurídico que en los espiritual. Después de la primera aprobación pontificia, asegurada la estructura jurídica del Instituto, sintió la necesidad de desarrollar más la fisonomía religiosa y carismática de sus religiosos.
El Espíritu de la Sagrada Familia, podría explicarse como El Espíritu del Instituto de la Sagrada Familia. Y lo hace en forma de meditaciones para sugerir una constante reflexión y estudio del ser y obrar de los religiosos de la Sagrada Familia. Algo así como san Ignacio de Loyola, que trasvasó gran parte de la espiritualidad de la Compañía de Jesús en el libro de los Ejercicios Espirituales.
En las meditaciones del Espíritu de la Sagrada Familia se encuentran los rasgos fundamentales de la consagración a Dios y de la misión apostólica de las comunidades religiosas por él fundadas. Se trata, pues, de una obra básica del padre Manyanet. En sus páginas aparecen:
Seguramente estos temas habían sido materia frecuente de predicación durante los ejercicios espirituales, jornadas de retiro, en ocasión de vesticiones o profesiones, que daba a las comunidades masculinas y femeninas.
Junto con los aspectos carismáticos del Instituto, el padre Manyanet trata con asiduidad el tema de las Reglas. "Ellas (que son un compendio del Evangelio) te indican el camino que debes pisar y los escollos que has de precaver; te instruyen en tus deberes y te señalan el modo de cumplirlos: son claras, breves y fáciles de observar".
Composición
El Espíritu de la Sagrada Familia lleva como subtítulo Manojito de meditaciones espirituales para religiosos de ambos sexos, dedicado principalmente a las modernas congregaciones consagradas a la enseñanza.
Consta de 59 meditaciones con tres puntos de reflexión cada una, dos preludios, los afectos y resoluciones y el fruto de la meditación.
La obra está dividida en tres partes:
Motivo de la obra
El P. Manyanet había descrito en las Reglas y Constituciones las exigencias básicas de la vida de los religiosos, pero, siguiendo las normas canónicas de la época, se apoyaban más en lo jurídico que en los espiritual. Después de la primera aprobación pontificia, asegurada la estructura jurídica del Instituto, sintió la necesidad de desarrollar más la fisonomía religiosa y carismática de sus religiosos.
El Espíritu de la Sagrada Familia, podría explicarse como El Espíritu del Instituto de la Sagrada Familia. Y lo hace en forma de meditaciones para sugerir una constante reflexión y estudio del ser y obrar de los religiosos de la Sagrada Familia. Algo así como san Ignacio de Loyola, que trasvasó gran parte de la espiritualidad de la Compañía de Jesús en el libro de los Ejercicios Espirituales.
En las meditaciones del Espíritu de la Sagrada Familia se encuentran los rasgos fundamentales de la consagración a Dios y de la misión apostólica de las comunidades religiosas por él fundadas. Se trata, pues, de una obra básica del padre Manyanet. En sus páginas aparecen:
- la forma de santidad de los hijos de la Sagrada Familia (filiación nazarena).
- la misión de los institutos manyanetianos: propagación del culto, imitación y honor de la Sagrada Familia y la promoción de la comunidad conyugal y familiar.
- el medio privilegiado: la educación e instrucción católica de la niñez y la juventud.
Seguramente estos temas habían sido materia frecuente de predicación durante los ejercicios espirituales, jornadas de retiro, en ocasión de vesticiones o profesiones, que daba a las comunidades masculinas y femeninas.
Junto con los aspectos carismáticos del Instituto, el padre Manyanet trata con asiduidad el tema de las Reglas. "Ellas (que son un compendio del Evangelio) te indican el camino que debes pisar y los escollos que has de precaver; te instruyen en tus deberes y te señalan el modo de cumplirlos: son claras, breves y fáciles de observar".
Composición
El Espíritu de la Sagrada Familia lleva como subtítulo Manojito de meditaciones espirituales para religiosos de ambos sexos, dedicado principalmente a las modernas congregaciones consagradas a la enseñanza.
Consta de 59 meditaciones con tres puntos de reflexión cada una, dos preludios, los afectos y resoluciones y el fruto de la meditación.
La obra está dividida en tres partes:
- La primera trata de la vocación al estado religioso y obligaciones que este mismo estado impone: 24 meditaciones.
- La segunda trata de la dignidad, virtudes y obligaciones de los religiosos dedicados a la enseñanza: 17 meditaciones.
- La tercera trata de otras obligaciones y virtudes propias del estado religioso: 18 meditaciones.
Antes de la primera parte, expone "los actos de preparación y acción de gracias de la meditación" según el genuino espíritu ignaciano. Dedica el libro a "Jesús, María y José".
FUENTE:
Obras Selectas
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Obras Selectas
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